Uno de los aspectos más importantes a la hora de valorar la validez de un proyecto empresarial es cuando se mira la idoneidad de las personas con la idea y el modelo de negocio que tienen pensado implementar. Porque, a diferencia de una creencia muy extendida, no es la idea la que condiciona el éxito de un proyecto, sino la capacidad de las personas a cargo para convertir un concepto en una realidad.
La conexión con el sector
Dentro del análisis de adecuación entre el equipo humano y el proyecto empresarial, uno de los elementos fundamentales es lo que llamaremos la conexión con el sector, es decir, los conocimientos y experiencias previas que tienen las personas sobre la actividad que van a llevar a cabo.
Pongamos un ejemplo de uno de los negocios más habituales en España: el restaurante. Todos hemos sido clientes de este tipo de establecimientos, y muchas personas piensan que montar un restaurante no es muy complicado. Nada más lejos de la realidad. Para alguien sin experiencia, la curva de aprendizaje es importante. Es una actividad donde el volumen de negocio se concentra en unas pocas horas cada día, y resolver rápidamente los pedidos de los comensales a la vez que se ofrece una buena calidad de servicio requiere de una organización y de un seguimiento muy precisos.
Por lo tanto, para maximizar las posibilidades de éxito, es muy recomendable que varios (sino todos) los miembros del equipo promotor tengan experiencia en el sector elegido para el negocio.
Perfiles complementarios
Otra faceta muy importante para que un equipo humano funcione es que los distintos componentes tengan perfiles que se completan. En una empresa comercial, es normal que la mayoría de los promotores tengan un perfil de ventas, pero no sería bueno que se menospreciaran los perfiles administrativos o técnicos. Una empresa que vende pero está muy mal organizada puede fracasar igual de rápido que una fracasa muy bien organizada pero que no sabe vender.
Cuando hablamos de perfiles complementarios estamos hablando de muchas facetas. Ya hemos citado el elemento de la experiencia profesional, pero también se podría hablar de personalidades complementarias, o de redes de contactos complementarias y así con muchos aspectos más.
Un líder
El éxito de una empresa también depende muchísimo del liderazgo. Dentro del equipo promotor, idealmente debería haber un líder claramente identificado.
Pero, ¿quién es el líder? No es solamente aquella persona que toma las decisiones y tiene la última palabra tras haber escuchado la opinión de los demás. Un líder es alguien que es rápido en la toma de decisiones, y no deja que se eternice el debate. Opta por una opción tras haber valorado los pros y contras, y se asegura que se ponga en marcha. Como evidentemente esta decisión ha podido ser equivocada, establece un seguimiento y si ve que las cosas no van acorde a lo previsto, rectifica.
Es un hecho comprobado en el mundo de los negocios. Las empresas con líderes capaces de tomar decisiones rápidas, implementarlas y corregirlas si es necesario funcionan mucho mejor que aquellas donde se tarta mucho en tomar una decisión y por lo tanto en reaccionar. Es mejor equivocarse rápido y corregir igual de rápido que dejar pasar oportunidades mientras se valora una decisión bajo todos los ángulos posibles.
Por supuesto, no todas las empresas pueden pretender tener un líder visionario, carismático y rápido. Los grandes talentos son escasos. Obviamente una empresa puede tener éxito sin tener alguien así, pero al menos necesitará un líder claramente identificado y que sea rápido en la toma de decisiones.
¿Por qué es tan importante?
Como siempre, estos consejos van destinados primero a los emprendedores. Al escribir este artículo, el objetivo es que se den cuenta de que sus posibilidades de éxito dependen muchísimo de tener un buen equipo promotor. Por eso es recomendable que intenten combinar estos tres elementos dentro del equipo humano que liderara el proyecto:
- Experiencia en el sector
- Equipo complementario
- Líder identificado
Si alguno de esos elementos falla, se puede corregir. Si falta experiencia, se puede optar por la formación, o buscar un socio que proceda del sector elegido. Si los perfiles son demasiado similares, de nuevo se puede optar por incluir un socio con otras habilidades, u optar por la contratación de empleados con perfiles complementarios. En proyectos pequeños, es posible buscar la experiencia o el perfil complementario en profesionales externos que colaboraran puntualmente. Y si falta un líder, simplemente hay que elegir uno.
El otro motivo por el cual es importante es para convencer a socios, inversores o bancos. Los profesionales de los negocios hacen el mismo tipo de análisis. Saben que una idea de negocio no vale nada en sí misma, y estudian con mucho cuidado el equipo promotor. Para convencerles, más vale tener un planteamiento muy claro al respecto.
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